Lorena Braviz Rodriguez • 6 junio 2024
La plagiocefalia posicional o postural es una deformidad del cráneo, producida como consecuencia de la presión constante o frecuente sobre la parte posterior del cráneo, que es muy maleable en los niños pequeños.
La incidencia de esta entidad ha ido en aumento debido en parte a la campaña de la Academia Americana de Pediatría, la Asociación Española y la Catalana de Pediatría, aconsejando que los niños pequeños debían dormir tumbados boca arriba para prevenir el síndrome de la muerte súbita del lactante o episodio aparentemente letal (EAL). Esta campaña ha sido muy efectiva en la prevención de la muerte súbita del lactante, pero se está registrando un aumento de plagiocefalia (personalmente opino obviamente es un mal menor, comparado con EAL). Esta deformidad puede acentuarse sobretodo el primer mes de vida, y llegar a ser exagerada.
Otros factores de riesgo que se han asociado con la plagiocefalia son:
- ambiente uterino restrictivo: pelvis estrecha, útero pequeño, cabeza grande…
- Prematuridad (huesos más débiles, menos resistentes a las fuerzas moldeadoras externas, neonatos de uci…)
- Tortícolis congénita (reduce mobilidad del cuello…)
Es importante consultar con tu pediatra cuando se detecta este aplanamiento posterior, ya que es de suma importancia un diagnóstico precoz visual para un correcto abordaje y seguimiento posterior.
En función del grado de aplanamiento, se recomendarán medidas posturales (cambio de posición a la hora de dormir), cojín de plagiocefalia o incluso en casos muy marcados se derivará a neurología pediátrica para valoración de otros tratamientos como puede ser el uso de una órtesis craneal, vulgarmente conocido como casco ortopédico cefálico, o inclusive neurocirugía.
Si la cabeza de tu hijo se ha aplanado, consulta con tu pediatra para valorarlo y poderte orientar si requiere tratamiento postural o otro manejo si así lo requiere.
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