Lorena Braviz Rodriguez • 23 mayo 2024
Uno de cada tres niños tiene miedo a la oscuridad, aparece alrededor de los 2 años y disminuye hacia los 8-9 años. Puede incluir otros temores, como miedo a la separación, a seres imaginarios, ladrones, ruidos y al abandono. Y puede llegar a ser una situación desesperante para padres y niños.
Cuando tiene miedo tu hijo, tu respuesta es : ¿No tengas miedo?
Piénsalo bien; es como si te dijeran que no estés triste cuando has suspendido un examen, o no llores cuando ha fallecido un ser querido. Los sentimientos hay que aceptarlos, no podemos evitarlos, pero sí comprenderlos y trabajarlos. Así pues, ayuda a tu hijo comprendiendo su miedo y trabajándolo, pero no le pidas que NO lo tenga, NO puede hacerlo, sin más.
El miedo es bueno, es instinto, supervivencia.
Así que en lugar de decir:
-No tengas miedo.
Dile:
-Te entiendo, a tu edad yo también tenía miedo, sé como te sientes.
Y empieza a trabajar el miedo con una conversación de preguntas abiertas.
En niños pequeños, a veces funciona pintar lo que les da miedo, ponerlo en una caja cerrada con llave y guardarlo en un lugar seguro.
Para toda edad:
1️⃣ Acompáñalo a la cama hasta que consiga dormirse. Y poco a poco reduce el tiempo de acompañamiento, o alarga distancia (primero sentado a su lado, después de pie, en la puerta…)
2️⃣ Mantén una luz tenue encendida que reduzca progresivamente la intensidad, o deja un pequeño piloto.
3️⃣ Intenta mantener rutinas previo a dormir:
Evita pantallas o sobreexcitación.
Haz rituales de relajación.
Consigue un ambiente lo más agradable posible.
Explícale lo que a ti te funcionó, por ejemplo: yo ponía un punto de luz para ver que todo estaba bien cuando me despertaba a media noche. Y lo más importante, hazle saber que lo entiendes, estás a su lado y lo vas a ayudar. Con amor y mucha paciencia, juntos lograréis superar sus miedos.
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